Portada libro
Me
giré, te ví y tu sonrisa iluminó por momentos mi confusa mente, te
volví a mirar y comprendí que no quería perderme esa sonrisa el
resto de mis días, de mis noches oscuras y sedientas de amor. No
quería perderme ni un solo instante de la magia de tus manos.
El mar fue testigo por unos instante de nuestra atracción, tu cuerpo cubierto de sal y el cabello mojado sobre tu frente, tu mirada penetrante y tu sonrisa sin igual.... se gravaron intensamente sobre mis pupilas. El sol poco a poco se adormece entre las esponjosas nubes que lo envuelven, el también fue testigo de nuestra locura compartida y de los besos incompletos e inacabados que acariciaron mi alma.
Divagué por los senderos de mi inconsciencia, dejándome arrastrar por la
fantasía pura y plena, olvidándome de todo y de todos recostada
sobre la arena.
Transcurrido unos segundos cuando abrí los ojos ya no estabas, pensé que soñé despierta, mi mente me había jugado una mala pasada, observé a mi alrededor y ni rastro de ti ni de tu silueta.
Transcurrido unos segundos cuando abrí los ojos ya no estabas, pensé que soñé despierta, mi mente me había jugado una mala pasada, observé a mi alrededor y ni rastro de ti ni de tu silueta.
Confundida
y abrumada sin entender muy bien que había pasado emprendí el
regreso hacia mi hogar sin dejar de poder recordar cada instante lo
sucedido. Por el camino y a lo lejos creí, me pareció verte, aligeré
el paso antes de que cruzaras la esquina y logré alcanzar a ver lo
que pensé que podrías ser tú, al no encontrarte me desanimé y seguí mi marcha.
Cayó
la noche completamente al llegar a casa, solté la bolsa y me asomé
por la ventana, en el cielo se podían vislumbrar montones de
estrellas brillantes y plateadas. Una hermosa luna acompañaría la
soledad de mi habitación una vez más.
Pensando en ti y en tu sonrisa sobre la cama me quedé dormida.
Pensando en ti y en tu sonrisa sobre la cama me quedé dormida.
Un
día más sonó el despertador como de costumbre para ir a trabajar,
las prisas y el estrés se apoderaban de mí como cada mañana.
Llegando
y entrando por la puerta cuando me giré para bajar la persiana......
Continuará...
Fragmento libro: Fantasías de Estem
