En mi soledad navego, sin retrocesos
Al atardecer donde el sol se pierde
Tras el lamento en la oscuridad
Sin rumbo, sin dirección
A la deriva, en las profundidades del mar
Me adentro sin remedio, sin mirar
Me acurruco en el palpitar de tu recuerdo
Tragándome tu ausencia sin aliento
En el silencio infinito, donde emerge el viento
Donde se pierde la noche entre la espuma y la sal
Las gaviotas errante algún día volverán
A surcar los mares, ansiosas de libertad
y aquí seguiré, con mi recuerdo intacto
en la noche oscura de mi soledad.
(Cosecha propia)