Tu... que vuelas cada noche, lánguida y serena,
me acompañas, me adormeces, mientras escribo e imagino,
vuestros corazones latiendo, en aquel tiempo vivido
fugaces en la noche, llenos de suspiros
rebosante de recuerdos, felices y unidos
quedamos atrapados en nuestro pequeño universo,
que se hizo corto, breve, pero muy intenso,
en este corazón de sueños, de vosotros nunca me olvido
la luna siempre presente, de noche y de testigo
siempre os recordaré en nuestro pequeño paraiso
en este corazón de sueños, de vosotros nunca me olvido
la luna siempre presente, de noche y de testigo
siempre os recordaré en nuestro pequeño paraiso
(cosecha propia)
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