Doce
y media de la madrugada, se ve una sombra, ligera, liviana, se
aproxima lentamente hacia la ventana de mi cuarto. Se me acerca, me
mira fijamente a los ojos y se abalanza sobre mi. Su
mirada me traspasa el alma. Muerde mi boca, mis labios húmedos y
ardientes se dejan llevar. Mi cuerpo un poco tembloroso se queda
inmóvil por algunos minutos.
Su
piel árida y fría.....
Próximamente...
Espero que te guste.
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